Autor: Nicolás Guevara
Editorial: Calixta
N° de páginas: 245
Super mega ultra frase que me llegó al
corazón: “Deja de pensar que eres una carga, por favor. No
tienes derecho a creer tantas cosas malas de ti al mismo tiempo, te lastima y
no es justo contigo”.
Sinopsis:
Cientos
de años atrás, Caperucita Roja se convirtió en leyenda tras salvar a la
humanidad del acecho de los lobos. Desde entonces, las cosas en la Villa de las
Telas cambiaron y ahora todo se rige según el color de las caperuzas de sus
habitantes:
Azul,
para los Cazadores.
Rosa,
para las Cuidadoras.
Esmeralda,
en los casos más distinguidos, para los Urdidores del Destino.
Aunque
no deseo admitirlo, Caperucita Roja y yo somos dos caras del mismo cuento de
hadas. Porque si ella fue la primera en matar a un lobo, yo pasé a la historia
como el primero al que ellos le perdonaron la vida; y con eso, marcaron el
curso de mi suerte. Mi nombre es Elliot Lycaón y mi historia también se hizo
leyenda en la Villa de las Telas, pero no por ser un héroe, sino por una
maldición.
Opinión
sin spoilers:
Lo primero que supe de esta historia
fue la descripción del olor de un pan de bono viajando por culpa del viento
hasta deleitar los sentidos de su protagonista, poco sabía de lo demás, pero la
sola escena me parecía mágica e intrigante, sobre todo, por el elemento
cotidiano en una ambientación lejana y fantástica.
Poco sabía yo del genero de la fantasía
creada en mi país, y poco se hoy, a decir verdad. Pero los escritores que ha
potenciado Calixta editores me han demostrado que es posible la generación de
historias de este tinte. Conocí entonces a Nicolas con su obra anterior, el
primer libro de El arca del zodiaco y me encontré con un mundo que demostraba
ser fantástico pero que tenía varios elementos en su narrativa que me
chirriaban, dado pues que comencé a leer con un dejo de competencia y una
mirada demasiado critica. Y aun así por momentos, hacia que se me olvidara.
Al final decidí no obligarme más a leer
el mundo de Zodiacci pero quería ahondar en esta personalidad que veo como un
espejo de lo que quiero lograr, por lo que entré con dudas a esta historia y lo
que me devolvió fue la grata sorpresa al ver que su escritor está progresando.
A diferencia del trabajo anterior, esta
narrativa goza de un primer punto de vista, por lo que las explicaciones del
mundo y la magia no se me hacen tan impuestas, aun así, creo que es un apartado
en el que aún queda por mejorar. Lo que en realidad me cautivó fue su forma de
darle personalidad a los actores de esta historia por medio de los olores,
palabras sencillas que van al punto y nos forman una visión muy definida de su
actuar; además se me hacia fascinante ver como Nicolás traía a colación recetas
y postres típicos del país, y una que otra palabra muy coloquial. Convertir un
cuento como lo es caperucita roja, de una cultura extraña y con años de publicación
a un nuevo mundo con palabras y un millar cosas nativas además de una historia
atrapante que resalte la lucha LGTB no es nada fácil.
Fernando Molano describía su obra
insignia como una obra de amor, no exactamente como una obra LGTB. Y eso es
esto, una obra de fantasía, de la magia más pura que puede haber. Llevaba meses
enteros en estos mundos fuertes en los que todo está pensado hasta el más mínimo
detalle de la filosofía, religión y política; hasta incluso de idiomas
inventados. Pero leer Piel de lobos y brujas me dio un respiro, y me recordó
que los cuentos de hadas también son muy interesantes y emocionantes, aunque no
tengan todo milimétricamente organizado.
Obviamente hay que darle una oportunidad, aunque sea mínima y con desconfianza, porque estoy más que seguro que una vez que te atrape no te va a soltar.
¡Spoilers,
spoilers, spoilers!:
Emm hola, ¿Podemos hablar de lo perfecto
que es el señor Arthur? Siempre lo vi con mucha desconfianza, porque temía el
momento en que la naturaleza de Eliot fuera revelada y provocar el real drama,
tanto de su parte LGTB como de su parte de lobo. Porque claro, de eso tan bueno
no dan tanto. Y al final me callaron la boca, supongo que Nicolás se divirtió
con esto cuando llegaba a su Instagram fangirleando y diciéndole que veía una
tormenta avecinarse, que a la final nunca llegó.
Por otra parte, y aunque sé que en ese
punto no se podían desarrollar más cosas sin sacrificar el ritmo y el desarrollo
final… declaro que me faltó ver la villa de las brujas, aquellos seres tan místicos
son importantes en el desarrollo y las descripciones de los entornos que hace
el autor me parecen tremendamente hermosos. Tanto la villa de las telas como
los arboles de plata, la casa en el bosque, y el lugar de los lobos, todas
tienen esta aura mística y acogedora. Y esas dos brujas fueron de lo mejor… ¡necesito
más!
Y de acuerdo a esto, me intrigan mucho
las definiciones de los nuevos colores de las caperuzas, ¿a qué se dedicará un caperuza
naranja o uno marrón? Por lo que me pasé mucho rato pensando luego de terminar
el libro sobre este apartado, es más, si las brujas tienen cabida en este
mundo, ¿Qué otros seres fantásticos están por ahí ocultos y cuáles son sus habilidades?
Qué
aprendí:
En fin, estas lecturas siempre son en
busca de entretenernos claro está, pero al tiempo las veo con ojo critico para
mi camino como escritor (cof cof para ver que me puedo robar cof cof), por lo
que de esta obra sacamos dos grandes aprendizajes:
1. Una
historia de fantasía no tiene que ser ultra compleja y enrevesada para ser buena.
La magia y la fantasía ya son hermosas por si solas por lo que deja a tus
personajes maravillarse tanto como tú.
2. Aunque
este apartado es más difícil para mí, dado que en mi vida si acaso percibo los olores,
son una herramienta magistral para describir a un personaje y puede dar muchos
datos interesantes.
Por lo tanto, a Piel de lobos y brujas le doy un… ¡Azrael
con gafas facheritas!
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