Ha sido una semana con muchos altibajos que se han transferido a lo que he podido escribir y sobre todo a lo que no, sin embargo, continuamos avanzando con pasos pequeños. Toda la semana estuvo centrada en el proyecto de SUEÑOS en el cual avance 1542 palabras, en lo que esta siendo la primera parte del capítulo cuatro. Como dije la semana pasada, es un capítulo de exploración de lo que será la personalidad de Grimm y en el que estoy sembrando las bases de su conflicto personal, ¿realmente en quien puede confiar? Con su perdida de memoria algunos trataran de manipularlo para sus propios fines. A la final resultó mostrando una personalidad bastante fría, sin embargo, esta bastante emproblemada en su interior.
Salieron buenas ideas, influir más en el asunto de la desconfianza ahora que todos son un potencial peligro, incluso eso me lleva a querer recortar el prólogo, puede ser más interesante el hecho de que ni el lector sepa identificar quién ha matado a Grimm y así acompañarlo más en su búsqueda, además es una buena estrategia para ocultar una próxima traición.
Pero me detuve ante una gran inseguridad, quería hacer una escena de pelea que influiría mucho más en el estado mental de Grimm, aun así mi mente no dejaba de comparar lo que estaba escribiendo con los capítulos de Jon Nieve y como es evidente mi técnica es mucho más deficiente. Sé que no tengo el nivel, pero realmente me gustaría igualarlo, por lo que me pasé toda la semana siendo paciente conmigo.
He identificado que hay un gran miedo al avanzar por estas páginas, no se me dificulta pensar en la historia cuando no estoy sentado frente al ordenador, pero cuando la página está esperando y tengo que escoger con que palabras mostrar las cosas me paralizan, supongo que como todo es mi miedo a fracasar y que todo el tiempo que le invertí haya sido no más que una perdida del mismo.
Aun así,
como escuché esta semana: “es mejor hecho que perfecto”.
No siendo
más nos vemos la otra semana.
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