“Debo seguir caminando; si vuelvo la vista atrás, estoy perdida”.
Realmente
no esperaba que el último capítulo de Daenerys, hasta la fecha, me fuera a tocar
de tal modo con sus pensamientos. Sí, después de tanto tiempo he terminados los
compaces de la canción de hielo y fuego y aun cuando veía que me quedaba sin páginas,
seguía pensando en ti.
Si vuelvo
la vista atrás estoy perdido.
Pero mi
mente me retornaba al momento en el que los reyes chocaron al igual que
nuestras vidas, y aun en ese entonces era demasiado lento para seguirte el
paso, tú avanzaste y yo me quedé degustando las páginas lentamente, en noches
de insomnio y momentos de aburrimiento. Te mandaba mis impresiones de los
planes de tal o cual personaje. Y luego recordé que nosotros también fuimos
victimas de la lluvia de espadas, reyes murieron y reyes se traicionaron entre
si y por alguna extraña razón solo recuerdo esa maldita torre en medio de un
lago congelado… por que cuando lo leí aun lloraba por ti. Vi todo el sufrimiento
al tiempo que yo moría un poco por dentro.
Después
llegó Aeron Pelo Mojado a enseñarme que lo que estaba muerto no podía morir,
que algún día se alzaría, mucho más fuerte… aun sigo esperando ese día. El festín
de cuervos me consumió de a poco, hubo momentos en los que, aun anhelando saber
como avanzaban las cosas en Dorne volvían tus recuerdos y me escocían. En ese
tiempo íbamos y veníamos, a veces benevolentes y a veces iracundos, yo decía que
era una molestia y tú tratabas de hacerme pensar lo contrario.
Cuando la
lectura tomó ventaja y Martin volvió a tenerme en sus manos hablándome de un
castillo con mi nombre, pensé que el dolor se había mitigado, que por fin comenzaba
a dejarte atrás; y sí, a veces se dormía… pero cuando regresaba…
Y llegué a
la danza de dragones avanzando rápidamente, en los anteriores me pasé semestres
enteros tratando de leer las páginas, pero este era distinto, ya iba a terminar
la canción y si lo hacía, tal vez, podría seguir adelante, así como tu lo
hiciste con fuego y sangre. Hasta que me cansé del vaivén de nuestra danza y
quise irme pretendiendo no regresar.
Si vuelvo
la vista atrás estoy perdido. Me recordaba en medio de la noche, aun viendo una de tus fotos.
Y leí sobre
amores que nunca se consumaron, sobre un Barristan y una Ashara Dayne, de un Jon Connington
y Raeghar Targaryen. Y aunque tanto la odiaba, no podía dejar de compadecerme
de Cersei Lannister esperando a que Jaime llegara a rescatarla en cualquier
momento…
Ahora soplan
los vientos de invierno… y siento la misma incertidumbre. ¿seré yo capaz de
contenerme, de no volver la vista atrás?
Comentarios
Publicar un comentario