La semana pasada fue una reconexión, le conté mis planes sobre la novela a mi mejor amigo y me dijo “te desearía suerte pero sé que no la necesitas” me lo tomé muy enserio, sin permitirme dudar de esa frase y he estado avanzando con ello en la mente. Ya he logrado bastante, estoy en la recta final de la segunda parte del libro.
También
comencé a leer el ultimo libro de Joel Dicker, El caso Alaska Sanders, y me lo
estoy devorando, aun así mi parte analítica no se desactivó del todo y me doy
cuenta de que le he robado cierto recurso en sus diálogos. Me motiva porque sé que
no estoy tan lejos de él en cuanto a forma, en el fondo hay que ver, pero
siempre hay margen de mejora.
Así pues,
esta semana avanzamos no solo en el libro sino también en mi postura frente a
él y la vida, lo cual me parece invaluable. Fueron 6306 palabras de más y
quedamos en la antesala del gran clímax, creo que le voy ganando un poco al
tiempo, pero no son horas para relajarse.
En otras noticias, la semana que viene haré el anuncio de Los ojos del señor oscuro, es la primera vez que me embarco en algo así por lo que habrá errores, aun así tenganme paciencia, si quieren adquirirlo pueden hablarme al instagram de escritura (juro que estaré pendiente de él).
No siendo
más, nos vemos la próxima semana.
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